No solo la Ley de IA, sino también la directiva sobre trabajo en plataformas será fundamental para el control humano en la gestión automatizada.
Las propuestas del mes pasado del Consejo de la UE sobre la directiva de trabajo en plataformas podrían tener una influencia mutua con las del Parlamento Europeo sobre la Ley de IA (Antonello Marangi / shutterstock.com). El mes pasado fue un momento crucial para la revolución de la inteligencia artificial que tiene a muchos de nosotros fascinados. No, no fue una nueva versión de ChatGTP de OpenAI o noticias sobre su carrera armamentística con Bard de Google. En cambio, se intensificó seriamente el esfuerzo por regular la IA.
Una vez más, la Unión Europea demuestra ser la líder en la regulación de las grandes tecnologías. El Parlamento Europeo acordó su posición sobre la Ley de IA en junio con un voto casi unánime.
Si bien la discusión política de última hora se centró en el uso de datos biométricos, como el reconocimiento facial, para mejorar la seguridad en espacios públicos, también se deben abordar cuestiones sociales más apremiantes, como las implicaciones sociales de la IA en el lugar de trabajo. Como lo expuso un artículo en el New York Times, la IA revolucionará el trabajo, pero nadie se pone de acuerdo en cómo y cuántos puestos de trabajo se verán afectados.
La UE, como una superpotencia social, tiene mucho en juego. La economía de Europa se basa en sólidas relaciones industriales entre trabajadores y empleadores y en un sistema social que protege a los trabajadores. Esto también sitúa a Europa en la mejor posición para regular los algoritmos y la IA en el lugar de trabajo. Y la votación sobre la Ley de IA en el parlamento vino acompañada de noticias importantes sobre la regulación de la IA por parte del Consejo de la UE.
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Recibe perspectivas frescas directamente en tu bandeja de entrada. Suscríbete a nuestro boletín para recibir artículos de opinión que estimulen el pensamiento y análisis experto sobre los problemas políticos, económicos y sociales más urgentes de nuestro tiempo. Únete a nuestra comunidad de lectores comprometidos y sé parte de la conversación.Suscríbete aquí El mes pasado, los Estados miembros también llegaron finalmente a un acuerdo sobre la directiva de trabajo en plataformas. Si bien esto se centra solo en una parte específica de la fuerza laboral, los repartidores y otros proveedores de servicios de la economía "gig" están a la vanguardia de la gestión automática mediante algoritmos. Y aunque aproximadamente la mitad de esta directiva se ocupa de la presunción de un contrato laboral para evitar el abuso del estatus "independiente" de los trabajadores de plataforma, la otra mitad profundiza en la gestión algorítmica y en qué salvaguardias son necesarias.
El consejo favorece normas estrictas sobre la gestión algorítmica, con el fin de empoderar a los trabajadores y a sus representantes para que tengan control sobre los sistemas implementados: mayor transparencia, monitoreo humano, derecho a la revisión y, lo más importante, normas relacionadas con los riesgos para la salud y seguridad (psicológica). La transparencia implica que los trabajadores deben ser informados sobre los sistemas de gestión automáticos, específicamente, qué comportamiento se tiene en cuenta y los factores que influyen en las decisiones del algoritmo.
El monitoreo humano, junto con los recursos necesarios, es esencial para evaluar el impacto de las decisiones individuales y compartir esta evaluación con los representantes de los trabajadores, como los sindicatos y los comités de empresa. También requiere, sin demora indebida, una explicación de una decisión importante tomada por el sistema de gestión automática, con el fin de aclarar los hechos, circunstancias y razonamiento del contexto, y el derecho a solicitar un control humano, con compensación por los daños asociados.
La obligación proyectada de evaluar los riesgos de los sistemas de monitoreo automatizado o de toma de decisiones para la seguridad y salud de los trabajadores de plataforma, especialmente los accidentes laborales y los riesgos psicosociales, representará una gran victoria. Las plataformas no solo deben introducir medidas preventivas y protectoras apropiadas: los sistemas de toma de decisiones automatizadas no pueden, de ninguna manera, ejercer presión indebida sobre los trabajadores de plataformas o poner en riesgo su salud física y mental. La gravedad de esto se evidencia en la investigación que muestra que las colisiones en la carretera son más frecuentes para los repartidores de comida a domicilio que trabajan en la economía gig y en los informes de accidentes que involucran a los repartidores que realizan "misiones" para ganar más dinero.
Una medida final que empoderará a los trabajadores será la obligación de las plataformas de informar y consultar a sus representantes sobre decisiones que puedan llevar a la implementación de sistemas de monitoreo o toma de decisiones automatizadas o cambios en su uso. Debido a la naturaleza altamente técnica de dichos sistemas, los sindicatos podrán solicitar la asistencia de un experto de su elección para formular una opinión, y los costos correrán a cargo de la plataforma.
Por ahora, esta es solo la posición del consejo y tendremos que esperar las negociaciones del "diálogo a tres bandas" con el parlamento y la Comisión Europea para concluir la directiva. Pero esta legislación sentará un precedente sustancial, con medidas concretas para abordar la inteligencia artificial en el lugar de trabajo fuera de la economía de plataformas.
Las propuestas del parlamento sobre la Ley de Inteligencia Artificial también abordan cómo lidiar con la IA de alto riesgo implementada en el trabajo: solicita transparencia para los trabajadores y consulta a los representantes de los trabajadores. Sin embargo, se podría buscar una mayor mitigación de los riesgos para la salud y seguridad de la gestión algorítmica, tomando prestadas las propuestas para salvaguardar a los trabajadores de plataformas. Estos dos archivos pasarán por el diálogo a tres bandas en los próximos meses bajo la presidencia española, lo que permitirá que los conceptos, las palabras y los acuerdos se traduzcan entre un archivo y otro.
Ya podemos ver cómo los sistemas de gestión automática pueden afectar el trabajo cuando observamos el trabajo en plataformas. Debemos utilizar esta experiencia para ayudar a dirigir el impacto que la revolución de la IA tendrá en el trabajo y los lugares de trabajo en sectores más tradicionales.
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