Dos autores han demandado al creador de ChatGPT, OpenAI, alegando que utilizaron sus obras de ficción para entrenar el aprendizaje automático que respalda la inteligencia artificial del chatbot, según informó Reuters.

La demanda por infracción de derechos de autor fue presentada en nombre del autor de ciencia ficción y terror Paul Tremblay y la novelista Mona Awad en el tribunal federal de San Francisco el miércoles. Dado que ChatGPT puede resumir sus obras, es lógico suponer que esas obras fueron alimentadas en los modelos de aprendizaje automático utilizados por ChatGPT.

La demanda, que busca obtener el estatus de acción colectiva, acusa a OpenAI de entrenar a ChatGPT con obras "sin consentimiento, sin reconocimiento y sin compensación" para los autores, según una copia del documento presentado que Reuters cargó.

El documento alega que sus obras probablemente provienen de un par de conjuntos de datos de libros en línea mencionados en el artículo de OpenAI de 2020 publicado para presentar GPT-3, el modelo de lenguaje grande que impulsa al chatbot ChatGPT. Los autores de la demanda afirman que estos conjuntos de datos probablemente obtienen su material de sitios web de "bibliotecas en la sombra" como Library Genesis y Sci-Hub, que utilizan descargas de torrent para publicar ilegalmente obras protegidas por derechos de autor, según Bloomberg Law.

"Estas bibliotecas en la sombra flagrantemente ilegales han sido de interés para la comunidad de entrenamiento de IA desde hace mucho tiempo", alega el documento.

OpenAI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Otras demandas y luchas de IA

Poco después de que las herramientas de IA surgieran el año pasado, comenzaron las demandas cuestionando en qué se entrenaron las herramientas y cómo se podían utilizar.

El servicio de fotos Getty Images bloqueó imágenes generadas por IA en septiembre y luego en febrero demandó al generador de arte de IA Stable Diffusion por supuestamente copiar más de 12 millones de imágenes de su base de datos sin permiso ni compensación.

Por separado, tres artistas demandaron a Stable Diffusion, al generador de arte Midjourney y al sitio de alojamiento de arte DeviantArt en enero por supuestamente utilizar su trabajo para entrenar modelos de IA sin consentimiento ni compensación, alegando que "millones de artistas" han sido igualmente victimizados, según The Verge.

En respuesta, el fabricante de software Adobe lanzó Firefly en marzo, un conjunto de herramientas generativas de IA que utiliza su propia biblioteca de imágenes de archivo para crear imágenes sin temor a obtener obras de artistas ilegalmente. Adobe se está preparando para integrar Firefly en otros productos de su línea de software, como Photoshop.

Los creadores han encontrado otras dificultades al incorporar la inteligencia artificial en el proceso de publicación moderno. La oficina de derechos de autor de Estados Unidos denegó las protecciones de derechos de autor al arte generado por IA en una novela gráfica, aunque sí las otorgó para la escritura creada por humanos. Además, las publicaciones de historias cortas han sido inundadas con envíos generados por IA, tanto que el reconocido medio Clarkesworld prohibió cualquier cosa creada incluso parcialmente con IA.